Debate del estado de la región

Page se suma a las rebajas fiscales que impulsó Feijóo y baja el IRPF a las rentas de hasta 30.000 €

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Emiliano García-Page se suma a la rebaja de impuestos, que impulsó el presidente del PP, Alberto Núñez-Feijóo, para aliviar el impacto de la inflación en las familias, y que han seguido incluso varios barones socialistas, como Valencia y Extremadura, para irritación de Moncloa. El presidente de Castilla-La Mancha ha sido el último de los dirigentes en sumarse a la competición fiscal, pese a las advertencias del presidente del Gobierno para cerrar filas en torno a la propuesta del Ministerio de Hacienda. Page ha reivindicado este martes su «autonomía» frente a su partido y ha anunciado una rebaja de los impuestos para las rentas inferiores a los 30.000 euros.

«Éste es un gobierno autónomo de verdad, autónomo de mi partido y tengo claro el encargo de los ciudadanos», ha enfatizado durante su intervención en el debate del estado de la región. El presidente castellano-manchego ha resaltado su perfil propio dentro del organigrama socialista y se ha erigido como fiel al «encargo de defender por encima de todo los intereses de Castilla-La Mancha». En este contexto, ha proseguido apelando a su «firmeza» para defender «los intereses de Castilla-La Mancha». Y eso, a pesar de que se lleva «muchos golpes» por defender «la idea de España y la Constitución», ha dicho.

«Me llevo muchos golpes, y de los míos más. Pero no voy a cambiar. Voy a seguir así. Es lo mínimo que se merece una región que cumple ahora 40 años de Estatuto de Autonomía», ha afirmado, en una clara alusión a las discrepancias con Moncloa.

Page ha anunciado un total de seis acciones fiscales por la vía de la deducción que, según sus estimaciones, podrán tener un impacto de 85 millones de euros en los bolsillos de los castellanomanchegos, 75 millones de ellos tocando directamente el tramo autonómico del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Así, ha señalado que en la próxima declaración de la renta, con el objetivo de paliar la inflación en hogares vulnerables, los contribuyentes podrán deducirse de la cuota 200 euros en rentas inferiores a 12.000 euros, 150 si son de menos de 21.000 euros, y 100 euros en caso de rentas de hasta 30.000 euros.

Este anuncio se produce después de que, la semana pasada, el Ministerio de Hacienda aprobase una reducción de las cargas fiscales para las rentas de hasta 21.000 euros. Durante meses, Sánchez rechazó aplicar un alivio fiscal pese a los efectos de la inflación en la economía de las familias españolas.

La propuesta del Gobierno recoge también la creación de un impuesto a las grandes fortunas -unos 23.000 contribuyentes según Hacienda- que Page ha calificado este martes de «error de bulto».

Guerra fiscal

Page se suma así a la batalla fiscal de las comunidades autónomas, pese a los avisos de Moncloa. Además, el presidente regional ha detallado nuevas deducciones en Educación Infantil o libros de texto. La compra de la primera vivienda habitual también verá compensado el incremento del tipo de interés de préstamos hipotecario. El gobierno de Castilla-La Mancha plantea además otras dos deducciones, por 500.000 euros, para favorecer el emprendimiento, empezando con el 20% por la inversión en la adquisición de acciones y participaciones sociales como consecuencia de acuerdos de constitución de sociedades o ampliación de capital, con un límite de 4.000 euros. La segunda, una deducción también de un 20% por inversión en entidades de economía social, igualmente con un límite de 4.000 euros.

En el gobierno de Castilla-La Mancha aseguran que las medidas fiscales beneficiarán al 87% de los contribuyentes.

Sánchez asiste impotente a la rebelión fiscal de sus barones, que buscan atraer con ventajas fiscales a los votantes de cara a las decisivas elecciones del próximo año. Esta cascada la inició la semana pasada el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, -abiertamente enfrentado al jefe del Ejecutivo- al anunciar una rebaja de impuestos para todos los valencianos que cobren menos de 60.000 euros.

De poco han servido las insistentes llamadas al orden desde Moncloa. En los últimos días, el propio Sánchez ha abroncado personalmente a los barones por su «competición fiscal peligrosa», avisándoles de que el tacaño anuncio de medidas fiscales de Montero es «suficiente». Ferraz ha avisado también a los presidentes socialistas que «Hacienda ya ha hecho el máximo esfuerzo posible» y «no da lugar a nuevos inventos que sólo benefician al PP». En los territorios, sin embargo, no gusta la posición central del partido y del presidente y hay pánico a los sondeos, que avanzan una pérdida de apoyos muy importante de cara a los próximos comicios.

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